La semana pasada fue la diada de Sant Jordi en mi pueblo y vengo con el próposito de contaros la leyenda.
En el día de Sant Jordí puestos de libros y rosas adornan
las calles, pues se conmemora la muerte de Sant Jordi.
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en un pueblo de la
Concà de Barceberà vivía un feroz dragón que atemorizaba a los vecinos, para
evitar que atacara a la población le dieron de comer dos ovejas diarias. Cuándo
ya no hubo más animales que darle decidieron que a través de un sorteo
elegirían a los habitantes del pueblo destinados a morir, la gente
fue muriendo y hubo un día en que la suerte tocó las manos de la princesa.
Así
que el rey súplico entre lágrimas: ‘’Perdonad a mi hija, daré todo el oro
y la mitad de mi reino’’, no obstante el pueblo se negó. En el instante que el
dragón se disponía a comerse la princesa, apareció un caballero cabalgando sobre un caballo
blanco con su lanza y su escudo dorado para salvar a la princesa de las garras
de la bestia. Sant Jordí. Sant Jordi alzó su larga lanza y se la clavó en el centro del corazón al
dragón, hiriéndolo de muerte.
De repente, de la sangre derramada del dragón,
brotó un rosal con unas rosas. Sant Jordi cogió una rosa, se dirigió a la
princesa y se la dio, mientras que la princesa le escribió un poema de amor al
caballero. Por eso, en el día de Sant Jordi los hombres regalan una rosa a las
mujeres y las mujeres regalan un libro a los hombres.
Un día muy especial para todos en Catalunya!
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